Es tan breve que el verdadero sentimiento se queda siempre a las puertas de la conciencia.

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martes, 7 de agosto de 2012

Entre las cuatro esquinas de mi cama hallamos un santuario, una tierra de banderas blancas, de pactos con el tiempo. Detuvimos al destino durante un día e hicimos el amor desesperados, hicimos el amor esperanzados, pensando que era la última vez, deseando que solo fuera la primera de muchas.
Y no dejamos que ningún reloj se colase entre las sábanas, y yo te conocí de toda la vida y tú fingiste que compartiríamos los amaneceres. Mientras nos aprendíamos de memoria el uno al otro, nos mirábamos de frente y de perfil, nos observábamos con la luz encendida y nos palpábamos a oscuras, para tener un recuerdo de la paz, cuando el tiempo se cobrase las horas que nos negamos a vivir a su ritmo.

4 comentarios:

  1. se amaron, se odiaron, se vieron, se asustaron, se fueron, se conocieron, se perdonaron, se abismaron...

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  2. Que bien sabe las cosas que nosotros nos empeñamos en detener (por qué será)

    Me ha gustado muchisimo, S., pero mucho mucho. :)

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  3. Algo debe pasar cuando dos seres humanos se juntan y tratan de crear vida, o vamos más rápido que el tiempo que, parece que se detiene; o los segundos son inmensos, más largos y por lo tanto nos acerca el universo ¿Tú qué dices?,

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  4. que bien q escribes
    felicitaciones e ha encantado dar de casualidad con tu blog
    seguire pasandome de vez en cuando a leer mas de ti
    saludos desde argentina

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