- Me temo que no cabes debajo de mi árbol.
- ¡Encogeré!
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jueves, 30 de diciembre de 2010
sábado, 25 de diciembre de 2010
Elliot le había regalado un telescopio por Navidad, así que la noche del 25 se pusieron a mirar las estrellas. Elliot ajustaba el telescopio y luego se hacía a un lado para dejar mirar a Annie.
- Esa es la estrella polar.
- La famosa estrella polar, al fin nos conocemos.- Elliot se rió.
- Eso es Orión.-dijo.- Orión y la diosa Aurora se enamoraron, pero Orión fue picado por un escorpión, murió y fue elevado al cielo.
- Oh.
- Y esa estrella de allí...
-¿Sí?
-Se llama Annie.- Annie levantó la cabeza sorprendida y Elliot sonrió.
- Esa es la estrella polar.
- La famosa estrella polar, al fin nos conocemos.- Elliot se rió.
- Eso es Orión.-dijo.- Orión y la diosa Aurora se enamoraron, pero Orión fue picado por un escorpión, murió y fue elevado al cielo.
- Oh.
- Y esa estrella de allí...
-¿Sí?
-Se llama Annie.- Annie levantó la cabeza sorprendida y Elliot sonrió.
¡Feliz Navidad a todos!
lunes, 20 de diciembre de 2010
Stephen era él que sujetaba la cámara. No se le veía pero se oían claramente sus comentarios y sus risas. La protagonista era una Henriette manchada de pintura y embarazada de cinco meses.
- Es el conejito más feo que he visto en mi vida.- se oye que dice Stephen.
- No es verdad.- responde esa Henriette tres años más joven con el ceño fruncido.
- Le falta una oreja y tiene colmillos, nuestro hijo va a tener pesadillas. -Henriette se ríe con una mano en la barriga.- en serio, ponle ojos rojos y no podrá dormir.
- No… no es… verdad.- jadea Henri entre risas. La cámara se apoya en una cómoda recién instalada y aparece en escena Stephen. La rodea con los brazos y la besa.
- Anda trae, que eres un peligro con el pincel.
- Soy una pésima pintora.
- Sí, pero no te preocupes, te quiero igual.
La cámara se quedó sin batería por lo que la película acaba así. Pero fue una gran película, o eso piensa Henriette.
- Es el conejito más feo que he visto en mi vida.- se oye que dice Stephen.
- No es verdad.- responde esa Henriette tres años más joven con el ceño fruncido.
- Le falta una oreja y tiene colmillos, nuestro hijo va a tener pesadillas. -Henriette se ríe con una mano en la barriga.- en serio, ponle ojos rojos y no podrá dormir.
- No… no es… verdad.- jadea Henri entre risas. La cámara se apoya en una cómoda recién instalada y aparece en escena Stephen. La rodea con los brazos y la besa.
- Anda trae, que eres un peligro con el pincel.
- Soy una pésima pintora.
- Sí, pero no te preocupes, te quiero igual.
La cámara se quedó sin batería por lo que la película acaba así. Pero fue una gran película, o eso piensa Henriette.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
viernes, 10 de diciembre de 2010
Podríamos aprovechar este instante. ¿Sabes todo lo que puede pasar en unos segundos? Bastaría con que sonrieses, con esa sonrisa tan increíble que tienes. Yo sentiría ese calor en el corazón que sueles provocarme. Entonces, uno de los dos, no importa cual, no podría seguir resistiendo el deseo de besar al otro. Y bastaría ese instante, unos segundos, para cambiarlo todo.
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